Las obras de Javier constituyen una especie de investigación sobre la memoria. La individual y la colectiva. Desde el empleo de materiales y elementos propios de su familia, su entorno habitacional y sus herencias familiares, nos prepara una especie de síntesis biográfica visual, que nos vincula directamente con sucesos importantes en la construcción personal y colectiva de su ralea. Y por otro lado, a partir del empleo de ciertos objetos de uso cotidiano y hasta cierto punto, común, dispone ciertos ambientes que nos permiten transitar por experiencias, que aunque suyas, pudieran ser perfectamente nuestras, de todos.
De una u otra manera, las experiencias a las que nos invita Javier –placenteras, nostálgicas, de celebración, de duelo, de autorreflexión, contemplación o diálogo- coinciden en la verdad de lo formal indispensable. La naturaleza de los objetos, la impecable disposición, la consideración de los espacios, el color… ofrecen la limpieza de lo preciso y concreto que anida en el convencimiento de la determinación, lo que hace más sólido nuestro viaje través de cada historia contenida en cada libro, puerta, clavo, hacha, sargento, hoja de metal, acero o frasco.
Yania Collazo González.
Lic. Historia del Arte.
Especialista del Consejo Provincial de las Artes Plásticas.
Pinar del Río. Cuba
Mayo, 2016.